La razón por la que los Santeros no se pueden tomar fotos

¿Has escuchado alguna vez que los santeros no se pueden tomar fotos ni mirarse en el espejo?

Primero deseo aclarar que no son los Santeros (practicantes de la Regla de Osha, más conocida como Santería), sino los Iyawó, los que tienen como prohibición tomarse fotos y mirarse al espejo, ahora veremos por qué.

¿Quiénes son los Iyawó?

Los Iyawó son los iniciados en la Regla de Osha o Santería, popularmente conocido bajo la frase «se hizo santo», mismos que deben dar cumplimiento a diversas normas religiosas que contribuyen a su compromiso, a su rigor religioso y a su moral.

El Iyaworaje es un período significativo y vital de los Babaloshas e Iyaloshas, Iyalorishas y Babalorishas (sacerdotes y sacerdotisas que han iniciado o no ahijados, conocidos en el mal término de «Santeros»).

El Iyawó («recién nacido» en la religión yoruba) atraviesa en su vida por un momento único y mágico de purificación y reencuentro durante un período de un año y siete días, yendo vestido completamente de blanco como símbolo de pureza.

Entonces, una de las normas establecidas es que los Iyawó no se deben tomar fotos ni mirarse en el espejo durante un año y 7 días, pero ¿cuál es la razón que justifica este deber religioso?

¿Por qué los Iyawó no deben mirarse en el espejo ni tomar fotos en la Osha?

El Iyawó no debe tomarse fotos ni mirarse al espejo, porque su Orisha Alagbatori (ángel de la guarda) se está asentando en su lerí (cabeza) y al mirarse se pueden contemplar fenómenos no deseados del otro mundo, que pueden ser realmente perturbadores.

Además, en su primer año el Iyawó está viviendo un período de meditación y uno de los objetivos es separarnos de la vida material, de la presunción, de las apariencias en general y la vanidad, es como un nuevo nacimiento.

Este periodo para el religioso es un nuevo ciclo que se abre para que aprendamos a apreciarnos tal y cual somos.

Situaciones en las que no es correcto hacer fotografías en la Santería:

No obstante, ciertas prohibiciones no se reducen a los iyawoses, sino que los religiosos en la Osha tampoco podemos mirarnos al espejo o tomar fotos en determinadas ceremonias y consagraciones, por ejemplo:

• Tenemos hecha una rogación de cabeza.
• Se está trabajando en el cuarto de santo.
• Cuando una persona está montada, o sea, «se le monta un espíritu u Orisha»
• Al hacer trabajos espirituales específicos.
• Se tapan los espejos en ciertas consagraciones y ceremonias.

Pero si vamos a los patakies yorubas (historias) que nos fueron legadas por nuestros ancestros, nos enfrentamos a otras curiosidades interesantes sobre el espejo. Conozcamos un poco sobre ello.

¿Quiénes son los Egbe? Nuestro doble espiritual

En el Oddun de Ifá Otura Osa se habla de la doble espiritualidad de Egbe.

Los Egbe son divinidades que asumen el liderazgo de la comunidad donde conviven los pares celestiales, o sea nuestros gemelos.

Su tarea es alcanzar y dar cumplimiento con el futuro escogido con el consentimiento del dios yoruba Olodumare y llegar a alcanzar el beneficio de florecimiento y larga vida.

Egbe se traduce como sociedad, nuestro custodio del destino, la doble espiritualidad en el cielo que tenemos los seres humanos.

Otra definición para el Egbe es Corazón, cuya habilidad es resolver nuestros sentimientos. Egbe tiene la responsabilidad de apoyarnos, de protegernos porque son nuestros compañeros celestiales.

Nombres de los Egbes y su significado

• Egbe Orun = Egbe del cielo
• Egbe Ayé = Egbe de la tierra

Ambas divinidades tienen un acuerdo antes de abandonar el cielo para ir a la tierra. Si estos acuerdos se rompen, nuestra vida se transforma en sufrimiento.

Ejemplo de esto:

• Si vives en sintonía y tus proyectos se cumplen, es un indicio de qué su Egbe Orun está satisfecho con el camino que lleva Egbe Aiye.

Ejemplos de las demostraciones terrenales de Egbe:

El espejo es la imagen de nuestro par espiritual, por este motivo un Iyawó no puede mirarse en el espejo, como tampoco los religiosos de la Regla de Osha lo podemos hacer, en ciertas ceremonias.

Esto significa que al hacer estas acciones se estaría desperdiciando la confirmación del Yo terrenal al unificarse el Egbe del Cielo y el de la Tierra.

Mirándonos en el espejo estamos viendo un retrato de nosotros mismos, que es lo mismo que los dos egbes uniéndose, y no podemos ver a nuestro doble espiritual del cielo hasta que no partamos de nuestro plano terrestre.

Patakin de por qué los Iyawó no pueden verse en el espejo

Por otra parte, en el Oddun 13-10 Metanla Fun se narra el pataki (historia yoruba con moralejas) de Akarin, el Dios del espejo.

Se dice que Akarin vivía con Oloddumare y disfrutaba de riquezas y suntuosidad, pero le fue prohibido observar la tierra o visitarla.

Un día escondido en la comitiva de los Orishas que viajaban a la tierra, se esconde Akarin y viaja sin ser visto.

Cuando los Orishas se percatan de que Akarin está junto a ellos, todos quieren adueñarse de él por el don de su reflejo. Comienzan así guerras entre Orishas y pueblos.

Akarin dándose cuenta de lo provocado, huye asustado hasta las aguas de los ríos y para ocultarse le da el poder del reflejo al agua del río.

Por mucho que pedía ayuda a Oloddumare no consigue su perdón y este le dice que por desacato se quedaría en la tierra.

Akarin al verse perdido le confiere el poder del reflejo a todas las aguas.

La orisha del amor Oshún paseando por el río, escucha un llanto en sus aguas, se conmueve de Akarin y se lo lleva a su casa, pero al enterarse los Orishas de que Oshún tiene a Akarin, comienzan a perseguirle para robarle el poder del reflejo.

Fue en vano toda lucha contra Oshún porque nunca la podían atrapar, entonces la diosa de a miel decide ir a ver a Oloddumare y pedirle que se manifestara a su favor y le diera amparo, porque la querían matar sus hermanos Orishas.

En el espejo podemos ver nuestra propia destrucción

Oloddumare entonces determinó:

• Desde hoy todos los Orishas que se contemplen en el espejo verán su propia destrucción y tendrán que honrar a Akarin el Dios del espejo, Oshún será su dueña.

Y así fue, cuentan las historias, que un día Oyá fue a casa de Oshún y no pudo resistir mirarse en el espejo, y fue tal su espanto de lo que observó, que salió despavorida.

Oshún decide entonces tapar los espejos de su casa cuando la iban a visitar, pero un día Yemayá va a casa de su hermana Oshún a enseñarle a su hijo pequeño Elegguá y este tan travieso deslizó la sábana que tapaba a Akarin y tanto miedo le dio lo que vio que comenzó a llorar, desde ese entonces Oloddumare prohibió a los niños mirarse en el espejo.

Por Akarin y la maldición de Oloddumare se prohíbe también tener espejos y porcelanas rotas en nuestros hogares y negocios para no atraer la mala suerte y los osogbos.

Por la misma razón, en nuestra actualidad se prohíbe al iniciado a tomarse fotos, pues estas son un reflejo nuestro y como en el espejo, podemos contemplar fenómenos, obviamente las historias yorubas del pasado no nos cuentan esto literalmente, pues antes no existían las fotografías.

Gracias por leer hasta aquí, muchas bendiciones para usted, te invito a dejar comentarios y comentarme que te ha parecido esta historia que con tanto cariño he escrito.

Recordemos que el no estudiar la religión yoruba trae como consecuencia que haya todo tipo de información, lo más importante es desear aprender y cada día reconocer con humildad, que nadie nace sabiendo, es nuestra responsabilidad como religiosos, mantener firmes el legado de nuestros ancestros.